Blogia
educonstructor

COMENTARIOS I

COMENTARIOS:

ACERCA DEL TEXTO: DIME COMO EVALUAS Y TE DIRE QUE TIPO DE PROFESIONAL Y DE PERSONA ERES.

AUTOR: MIGUEL ANGEL SANTOS GUERRA

 

            Hablar de la Evaluación puede llegar a ser una mentirilla más de este sistema de vida cambiante y a veces un poco etéreo en el cual estamos inmersos.

            El gran problema, es que no creo posible descontextualizar la evaluación de todo lo que nos circunda. La evaluación en sí, es parte de un proceso, parte de un sistema de poder que nos rodea y también nos hace, nos crea,  o predispone. Por lo tanto la evaluación pasa a ser sólo una parte del todo, la punta del iceberg, lo que se ve y que ahora también se toca.

            Si queremos hablar de evaluación, hablemos primero de enseñanza, de aprendizaje, de planificación, también de Universidad, de pedagogía, de didáctica, de....

            Es muy difícil abstraerse, a lo que conforma este producto final de todo un sistema de enseñanza, es muy difícil no pensar en lo que significa hoy día la universidad, donde se ha perdido el sentido de excelencia, de pensar en lo universal, en el universo, visto como una trascendencia de nuestros sentidos mundanos. Hemos dado paso a una universidad para todos, donde todos no están capacitados para la universidad. Hemos creado un monstruo al que difícilmente podremos detener, que se basa en el mercado y que devora implacablemente las mentes brillantes convirtiéndolas en un montón de dólares. La universidad hoy día ya no es un espacio de creación, de investigación, de desarrollo de la belleza. Tan sólo es una hacedora de productos del marketing que el sistema necesita.

            Si la universidad ha perdido esa capacidad generadora de intelecto que la caracterizó durante mucho tiempo, no podremos pedirle a aquellos que son sus productos, que sean capaces de cambiar el mundo. Si ya no es posible soñar nuestros sueños, no pretendamos hacerlos realidad.

            En este contexto, un poco pesimista, encontramos las pedagogías, donde se supone que estamos formando intelectos capaces de enseñar, capaces de convertir el manoseado saber sabio en un saber enseñable.... Con que ropa.!!

            No le pidamos peral al olmo. Será capaz de enseñar, solamente aquel que ha aprendido a enseñar y que tiene algo que enseñar. Si privilegiamos el tiempo y cada vez acortamos más la permanencia de los estudiantes de pre grado en las aulas universitarias, no les pidamos después que sean capaces de transformar una enseñanza, que por lo demás no nos es propia.

            Si la universidad y la pedagogía están inmersas en esta vorágine del diario vivir, donde nadie se detiene a mirar hacia atrás o a los lados, tampoco será posible que se escapen de ello la didáctica, la planificación, el currículo y menos la evaluación.

            Así entonces, cuando el evaluar es una instancia de poder y cuando el poder esta regido por los centros económicos que son los que finalmente nos dicen que enseñar y como hacerlo, evaluar será tan sólo una instancia más en la escala del triunfo o el fracaso.

            A quien le puede interesar que nuestra sociedad se encuentre infectada por una cantidad tal de profesionales, de todo tipo y calidad, que ni siquiera tienen capacidad de asombro frente a los requerimientos del mundo, si lo que interesa sólo es financiar todos los centros de enseñanza que han aparecido como callampas después de la lluvia.

            En este sistema interesará que midamos destrezas, conocimientos, dejando de lado los valores y las actitudes. No importa sacar hombres de bien de los centros de enseñanza superior, sólo importa sacar hombres.

            Y si todo nos lleva a ser personalistas, a trabajar por tener más, a lograr el mejor status, la mejor camioneta, el televisor más grande, la evaluación pasa a ser un cómplice muy eficiente de ello. Evaluar podría incluso ayudar a mantener el equilibrio, donde el poder lo tiene el personaje que al igual que en el circo romano, con el pulgar hacia arriba o hacia abajo, puede marcar la diferencia entre éxito o fracaso.

            También puede ser un medidor de la competencia... ¿ me conviene que existan tantos profesionales como yo ?. Dependiendo de la respuesta será la forma de evaluar.

 

            Que un Constructor Civil, Un Arquitecto, una Bibliotecaria, Enfermeros, Profesores, Economistas o Físicos se enfrasquen en discusiones sabatinas podría empezar a marcar la diferencia.

            Este sistema neo liberal de economía y también de enseñanza, necesita de locos que " pierdan su tiempo" en enjuiciar la didáctica tradicional, o en leer a un Da Silva o un Miguel Angel Santos, que tomen partido por la crítica y la educación de verdad, que sean capaces de sentirse Quijotes, para pelear contra los molinos de viento del sistema, que quieran en síntesis ser o sentirse o quizás crearse, como pedagogos ( sin pedagogía ) y aportar con un granito de arena, en nuestro diario vivir, nuestro diario enseñar o guiar o monitorear, para lograr que los " productos" de nuestras aulas sean además de buenos aprendices, buenas personas, con valores humanitarios, capaces de convertirse en formadores o forjadores de una nueva sociedad. Una sociedad más pura, más simple, más llena de compromisos, más humana.

 

Antonio Ruz Lártiga

Un dolido, pero esperanzado educador

1 comentario

De un Profesor de Filosofia -

Me parece muy acertado su comentario con respecto al desarrollo del hombre y de la importancia de la educacion para el desarrollo social, espiritual,etc.
La universidad ya no se vive como universidad como la busqueda y la mirada hacia el universo y de si mismo, hoy solo se vive bajo un contexto tecnologico-economico, donde se previsualizan solo productos que sean capaces de producir, en base al desarrollo de la tecnica.
Creo y me convenzo que el tema de la evaluacion se justifica con la mas sublime objetividad, donde se utilizan instrumentales incapaces de medir la percepcion de lo que realmente se hace, osea si cumple con ciertos parametros o criterios.
Suerte
Atte
Rommel Rios Ruz
Prof. de Filosofia y psicologia
UCM